Doctor de estrellas

Ahora, cuando las rayas en el Universo
se desploman
y se incrustan en mi nariz,
recuerdo como en el pasado
fuí el doctor de las estrellas...
sanando sus dolores
de ovarios.

Hay una máscara

Hay una máscara verde
en tu noche
y un manto de recuerdos que desgrana
a besos
esa tenue luz de tus ojos
a mi lado.

No

Todavía no ha surgido esa cadena enhiesta
que atrape hasta lo más furioso de mis heridas
y no deje separar de mi locura
ni un gramo de alcohol borracho
que pueda desesperar por fin...
que cicatrice, de una vez
la herida más serena de mi vida.

Se pueden recordar tus huesos

Se pueden recordar tus huesos
tus caricias y tus dedos.
Ay! si el bienestar se reviviera!

Supón que aún recuerdo

Supón que aún recuerdo el sinuoso encanto de tu nariz.
Supón que el mundo no existe y no divide la luz.
Quizá así pueda sentirte enorme
y mi amor rebose todos los vasos
con el simple deseo de mis lágrimas.

No he de volver

No he de volver a tu casa esta tarde,
sin montar guardia entre las flores de tu jardín,
y verte,
entre tu mesa y tu sillón preferido.

Mi corazón

Mi corazón, maldita pieza de relojería ajada
enfrenta a tus ojos y tus manos
mi voz varada entre los juncos.
Y es que, cómo podría atraerte
a mi barquita sin remos?

Cuando el sol baje aquella loma

Cuando el sol baje aquella loma
te estaré esperando, solo,
sentado entre las piedras.
Te estaré esperando, solo
y si no llegas nunca
te seguiré esperando, solo
con tu presencia
entre mis dedos...solo.

2. DESESTABLES

"!Y si después de tantas palabras
no sobrevive la palabra!

y desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato"
VALLEJO

Calla ahora un recuerdo

Calla ahora un recuerdo
y tu muerte volverá a nacer como por encanto.

Nieva aquí

Nieva aquí
donde nunca nieva, ni ha nevado jamás.
Y se me ha helado todo lo que llevo en mí...
hasta las llaves de casa.

Si aún nos queda un poco de mermelada

Si aún nos queda un poco de mermelada entre los labios
démosla a nuestros oídos maltrechos de desconciertos.

He de confesarte

Aunque la algarabía de tus besos
no moje mis dedos
he de confesarte
que mientras pueda
seguiré soñando con tus labios.

Tengo un círculo

Tengo un círculo pequeño...
que he dejado atrás de niño,
y recuperarlo quiero ahora.

A qué esperar

A qué esperar que el sueño nos aturda
si , ya dormidos, pensamos en lo profundo.
A qué esperar que los amigos nos vayamos abandonando
poco a poco,
si ya asolados pensamos en lo profundo.
A qué volver, insistentes, a los atajos,
si la carrera es corta...
por algo continuo, inerte...
Y a qué añorar bienes perdidos
si el alma, cuando menos,
caerá una tarde cualquiera,
sin esperar tu estado o tu deseo,
en el reino de lo evidente

Cien veces te he perdido

Cien veces te he perdido
en la esquina agreste de mi sueño.

He llorado...

He llorado...la muerte y tu pérdida.
Por llorar, no he derramado ni una lágrima
y es ahora, cuando muere en mi toda esperanza.

Noria

Cuando la estructura pétrea de elevación
de tu pecho apunta a mis dedos,
en lo oscuro.
¿Qué no he de hacer sin tu destino
revuelto y sin vueltas de lo mío...
hacia lo nunca vuelto del revés?

Y te reiste

Y te reiste
con un solo dedo entre mis labios...
de toda mi desdicha y mi recato.

Dodecaedro

Muchas son las caras de mi herida
y más las rodillas de tu chelo con mis manos

En la verde estancia

En la verde estancia de tu sonrisa alegre
durmió mi botón de ojo aquella noche
en que perdí por siempre mi locura.

Itaca

Mi vacío perpetuo del ahora
murió del todo
cuando fuiste a Itaca...
sin llevarme en tu regazo

Llueve

Urbe y cielo se unen por los cerros de tu pérdida.
Llueve..
y pienso en rojo las pérdidas
de la imagen retirada de mis desastrados combates con lo tuyo.

Y es ahora, en noche

Y es ahora, en noche
cuanto tus dedos
rozarán en blando
mis débiles párpados maltrechos.

Abusé

Abusé de mi enebro entre los sauces
y ahora pago por los restos de los días
mi inquieta nadería despistada.

Y miré tu pecho

Marché en el tren de los recuerdos amansados
y estoy ahora, recto, de un vaivén lento y sin deseo.
Y miré tu pecho, y quise tocarlos...
pero mis dedos miedos, engañados
siguieron con el vaso entre las manos
aludiendo a la libertad de pensamiento.

Qué fácil es recordar

Qué fácil es recordar
cuando el recuerdo está tan dolido.
siniestro corazón,
tan en vena de desaciertos te encuentro
que aunque un altar lleno de oro y esmeraldas
llenase ahora tu mal tallada alma de sueños
y se precipitase en tu vida...y la alegrara
sería tal tu desazón y lo inicuo de tus deseos
que morirías en pocos minutos a la exposición de su luz.

ni llorar puedo

Un hilo de sangre pende de tu cuello
ahora tan vacío, sin deleite
que ni llorar puedo lo perdido.