30 junio 2006

3. DESASTRES Y QUEHACERES

"Nada de lo que amo es bueno para mi. Ni siquiera la cerveza"

"Crece el desierto: !ay de quien desiertos alberga!
NIETZSCHE

24 junio 2006

9 versiones-bastiones

A
Y mientras la estructura áurea de tus senos
siga rozando el techo de mis dedos
AI
continuará mi cuero aletargado a la vida
en lo eterno de mi amor.
AII
débiles y torpes
moriré a la estética muerta de los muertos.
AIII
cavaré la fosa rascacielo
hacia el total de la existencia.
AIV
abrirá al dcuerpo la puerta
de su inmenso miedo a la nada.
AV
la mía muerte estará más lejana
más perdida de mi deseo.
AVI
volveré a absorber el jugo blanco de tu ser
en una espera sin sueño.
AVII
mis sueños, ya agotados y perdidos en lo tuyo
decaerán su miedo.
AVIII
la arquitectura nubosa y desdibujada de lo mío
condensará su línea más perfecta y definida.
AIX
mi vida ya perdida de lo único, por un instante,
volverá a lo inmenso del destino.

19 junio 2006

Siento rotundo el deseo

Siento rotundo el deseo de lo negro de tu sexo
y siento tu oscura niebla de deseo de lo cierto
frente al bosque enhiesto de mis árboles claros
que renuevan lo tarado de mis sueños.

16 junio 2006

Rey y reina

Rey y reina
rompen los moldes de cien orquestas de balines enchaquetados
en lo oscuro de ese asiento...
mientras repican campanas de duelo y de desidia alada.

12 junio 2006

Y la mujer surgió del frio

Y la mujer surgió del frío del suelo.
Su pecho, se dibujó como el todo del sentir
del yo como hombre,
y la torre del castillo de lo eterno
cómplice de nuestra vida
surgió negra,
como abanderada del ensueño.

10 junio 2006

Quiero volver a darte aquellas manos

Quiero volver a darte aquellas manos
que recorrieron tu cuerpo sin descanso
desde tu cielo negro, abierto y sin navajas
hasta los dedos nubes de tus pies pequeños.
Quiero hasta mi pérdida de sueño de aquellas noches.
Quiero volver a recibir aquellos senos de luna abierta
en novia dura que engalanaron mis pies de alas y motores,
en los que Icaro no metió jamás sus manos.
El sol no derrite mis sombras, ni anula las luces
de la luminosidad de nuestra habitación cerrada en lo claro
del día de ventanas cerradas sin candados.
Pero qué hacer con nuestro miedo, nuestro gran miedo,
nuestro primer miedo...
a devorarnos
y hacer de aquella lucha de sudores
una respuesta a nuestra ansia de verdad y realismo.
Así, el hastío de nuestros padres,
de nuestros abuelos...
han llenado de ignorancia nuestros juegos
para llegar a la hora en que el destino
convierte al jugador,
en poker de ases de ese tierno juego de la vida.
Y el comodín, lo tienes,...
pero, está atado a la pata de la silla.

07 junio 2006

Aún pienso si tus ojos

Aún pienso si tus ojos
ya anclados en un pasado incierto
pueden devolverme el deseo de
cuando bastaba pensar en algo para ejecutarlo.
Aún pienso si tus ojos
no son más que un recuerdo de tus ojos
cuanto todo alrededor no hacía sino demostrar impaciencia,
y la realidad, siempre sumisa para con nuestros recuerdos
no era sino la contrariedad de mis esperanzas.
Aún pienso si tus ojos
que ya han muerto como dioses
seguirán engañando sus besos
a otros seres capaces de engalanarse con tus cabellos.
En cierto modi, soy como esos caballos sin jinete
que una vez descabalgados y muerto su encabrito inicial
paran su marcha y se limitan a pacer la hierba del suelo,
que aunque fresca, no es sino hierba.
Aún pienso si tus ojos
no son más que un recuerdo de tus ojos.

05 junio 2006

El primer día que toqué tus muslos


El primer día que toqué tus muslos...
y mi mano, ansiosa y torpe se deslizó
cabeza de puente entre mi deseo y tu cielo
no observé la paciente desidia de tu carne.
La ilusión, servida en plato inmediato
surge inquieta, presurosa, maldita
y atrae el desgarro de los músculos más fieros.
Ese soñar desrealizado, eterno e inmutable
transmutado en acto claro, real y palpable
ahogó la fantasía, siempre íntegra.
Hoy, el miedo a ejecutar es mayor.
Mañana, el temor a anhelar estará cautivo.
Pasadomañana, el pánico a aspirar será esclavo.
Todo devendrá desidia, densidad de corazón,
y el peso que mantendremos persistirá tan amargo,
será tal la quietud de nuestros miembros
que en estatuas móviles de acero, agrietadas
la inercia de la vida nos tornará
por la carga de nuestras cien mil pérdidas diarias.
El último día que toque tus pechos
descubrí el poder imaginario.
Quizá muera mañana de desapego y amargura,
pero tu cuerpo, estará presente para siempre
en una memoria, rota, por lo vivido.