06 noviembre 2003

Y esas manos

Revuelto anda el patio de tus ojos pupilares,
mirando la fortaleza gloria de las manos de él
entre un tejido de algodón teñido de colores.
Mientras esas manos nos devuelven al mundo de verdades,
innombrables, sin nombre
que no volverán jamás a entender una glorificada área
de sueño entre la vida.
Y es que demostras cariño, es tan difícil
que si fuéramos todos en su búsqueda, el ahogo
y la desazón se adueñarían de nuestros huesos
rotos y carcomidos, por la angustia de nuestros ojos sin pupilas

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